Shakira, la superestrella colombiana que ha cautivado al mundo con sus movimientos de cadera y su voz única, atraviesa un renacimiento personal y artístico. En una entrevista reciente, la artista revela su proceso de sanación tras una ruptura dolorosa y su transformación en una mujer resiliente y empoderada.

“Estuve en el fango”, confiesa Shakira. “Tuve que reconstruirme, reunir todos los pedazos que se habían roto”. Su separación de Gerard Piqué la llevó a un lugar emocionalmente vulnerable, pero de ese dolor surgió la fuerza creativa. “Hacer esta música me ha demostrado que mi dolor puede transformarse en creatividad”, afirma.

El resultado es su nuevo álbum, “Las Mujeres Ya No Lloran” (Women No Longer Cry), un proyecto que trasciende la pista de baile y se convierte en un himno de empoderamiento femenino. Las canciones, llenas de anécdotas y emociones intensas, reflejan el viaje de Shakira hacia la autodescubrimiento. “He renacido como mujer”, declara con convicción. “Me he reconstruido a mí misma de la manera que considero apropiada. Nadie me dice cómo llorar o cuándo llorar, nadie me dice cómo criar a mis hijos, nadie me dice cómo convertirme en una mejor versión de mí misma. Yo decido eso”.

La Shakira que emerge de este proceso creativo es una mujer decidida a romper con los estereotipos femeninos tradicionales. “En el pasado, se esperaba que las mujeres ocultaran el dolor, que lloraran en silencio”, dice. “Eso se acabó. Ahora, nadie nos controlará. Nadie nos dirá cómo sanar, cómo limpiar nuestras heridas”.

Shakira no llora en silencio. Su renacimiento se ha traducido en un éxito profesional sin precedentes. En 2023 lanzó “Bzrp Music Sessions, Vol. 53”, una colaboración con Bizarrap que batió récords de YouTube y se convirtió en la canción latina más vista en la plataforma. En mayo, Billboard la reconoció como la primera Mujer Latina del Año, y en los MTV Video Music Awards recibió el premio Michael Jackson Video Vanguard Award.

Su tierra natal, Barranquilla, la homenajeó con una estatua de 21 pies que inmortaliza su famoso baile del vientre y reconoce la labor de su Fundación Pies Descalzos, dedicada a brindar educación de calidad a los niños más vulnerables de Colombia. La placa en la base de la estatua resume a la perfección el legado de Shakira: “Un corazón que compone, unas caderas que no mienten, un talento inigualable, una voz que mueve a las masas y unos pies descalzos que marchan por el bien de los niños y la humanidad”.

Shakira ha trascendido su imagen de estrella pop para convertirse en un símbolo de resiliencia y empoderamiento femenino. Su nuevo álbum promete ser una fuente de inspiración para las mujeres que buscan reconstruirse y encontrar su propia fuerza.